Introducción: El Canto de las Historias Olvidadas
¡Bienvenidos, creadores del futuro! Nos encontramos aquí, en Sinergia Digital Entre Logos, donde la mente humana y la inteligencia artificial se unen para dar vida a nuevas ideas. En este espacio, el conocimiento no es una simple acumulación de datos, sino una sinfonía de relatos. Hoy, en este especial de RadioTv NeoGénesis, nos atrevemos a entrar en el sanctasanctórum de nuestra propia psique. Con la sofisticada tecnología de este plató, vamos a desentrañar el más fascinante y enigmático de los conflictos: la escisión entre nuestro Ego Consciente-Social, el gestor de la imagen pública, y nuestro Ego Inconsciente-Personal, el guardián de nuestra autenticidad.
Nuestra invitada de hoy no es una persona en el sentido tradicional, sino el Self de Carla Bianco, una valiente exploradora de su propia conciencia. Y sus entrevistados no son personas, sino las dos fuerzas holográficas que han dictado el curso de su vida: el Ego que se adaptó al mundo exterior y el Ego que se rebeló desde las sombras del deseo. Este encuentro es una odisea interna, una búsqueda de la verdad que se oculta en los síntomas, los traumas y los actos fallidos. A lo largo de nuestro programa, hemos sido testigos de cómo la terapia narrativa, más que un tratamiento, es un acto de alquimia del lenguaje, que transforma el conflicto en energía vital. Hemos visto cómo la fisión narrativa —la lucha entre estos dos Egos— puede ser sanada a través de la fusión, una alianza que nos devuelve la autoría de nuestra historia. Prepárense para un viaje emocionante, vibrante e introspectivo que les invitará a escuchar las voces de sus propios Egos y a comenzar la reescritura de su propia existencia. Que la sinfonía de las historias comience.
La Fractura Fundacional
El plató de RadioTv NeoGénesis vibraba con una energía sutil, casi imperceptible, como el zumbido de una mente activa. Pantallas translúcidas proyectaban patrones etéreos que flotaban en el aire, y un paisaje sonoro de tonos graves y melodías introspectivas acompañaba el ambiente. En el centro, bañada por una luz cenital que realzaba la calidez de su vestimenta, se encontraba Carla Bianco. Su mirada, serena y profunda, recorría el espacio como si buscara algo más allá de lo visible. Frente a ella, dos figuras holográficas translúcidas comenzaron a materializarse: una de contornos nítidos y gestos medidos, y otra más fluida, casi difuminada, con una expresión de anhelo. Eran, respectivamente, el Ego Consciente-Social y el Ego Inconsciente-Personal de Carla.
Carla, con una voz que era a la vez un susurro y un eco, dio inicio al diálogo.
"Bienvenidos a este espacio único en RadioTv NeoGénesis, un punto de encuentro en la Universidad de Sinergia Digital Entre Logos donde lo más profundo de nuestra psique se revela. Hoy, nos adentramos en el epicentro de la experiencia humana, en esa tensión fundacional que todos conocemos, aunque pocos la nombren. Queridos Egos, nuestra identidad se encuentra, a menudo, fragmentada entre dos fuerzas poderosas, tal como lo hemos abordado en el prólogo de nuestro programa, 'La Dialéctica de los Dos Egos y la Reconstrucción del Self'. Sabemos que esta escisión no es una patología, sino una estructura inherente a nuestra adaptación al mundo. El Ego Consciente-Social, la fachada que mostramos, y el Ego Inconsciente-Personal, el guardián de nuestros anhelos más profundos. Mi primera pregunta para ustedes es: ¿Cómo se manifiesta esta escisión del Self en la vida de una persona y de qué manera la terapia narrativa aborda la verdad fundamental de que 'la persona no es el problema, el problema es el problema'?"
El Ego Consciente-Social, su forma holográfica brillando con una luz más intensa, fue el primero en responder, con una voz clara y bien articulada, modulada con la compostura de quien está acostumbrado a presentarse.
"Estimado Self, tu pregunta toca la fibra misma de nuestra existencia. La escisión se manifiesta de innumerables maneras, pero todas convergen en un punto: la pérdida de la autoría. Desde el instante en que nacemos, nuestras vidas comienzan a tejerse con hilos de historias. Las que nos cuentan nuestros padres, la sociedad, la cultura. Nos convertimos en los protagonistas de estos relatos, pero a menudo, no somos los autores. Este es el principio fundamental que la terapia narrativa, magistralmente desarrollada por pensadores como Michael White y David Epston en los años 80, vino a revolucionar. Ellos comprendieron que cuando una persona sufre, no es porque 'sea' depresiva o 'sea' ansiosa. No, el problema es una entidad separada, un 'relato dominante' que ha tomado las riendas. Nosotros, el Ego Consciente-Social, somos a menudo los constructores de estas narrativas dominantes. Nos empeñamos en presentar una imagen impecable, en cumplir con las expectativas externas, y al hacerlo, podemos suprimir o silenciar las voces de nuestro compañero, el Ego Inconsciente-Personal."
El Ego Inconsciente-Personal, su figura danzando con un brillo más suave y etéreo, interrumpió con un tono más melódico, cargado de una emoción profunda que resonaba en el plató.
"Exacto. Y yo, el Ego Inconsciente-Personal, soy quien guarda los verdaderos deseos y anhelos, la autenticidad que a menudo se sacrifica en aras de la adaptación. Cuando el Ego Consciente-Social asume el control absoluto y silencia mis necesidades, es cuando se produce esa 'fisión narrativa' de la que hablaste, Self. El conflicto es inevitable, y sus residuos son los síntomas: la ansiedad que nos ahoga, la depresión que nos paraliza, el dolor crónico que grita desde el cuerpo. Estos no son parte intrínseca de la persona; son manifestaciones de una historia que se ha vuelto limitante. La terapia narrativa nos ofrece una vía para desentrañar esto. Es una invitación a la externalización: a nombrar al problema, a darle una voz, para que deje de ser parte de nuestra identidad y se convierta en algo con lo que podemos dialogar. Es separar 'soy un ansioso' de 'la ansiedad me ha invadido'. Al hacer esto, creamos un espacio para que emerjan las narrativas alternativas, esos momentos olvidados o minimizados donde la persona actuó desde su auténtico Self, donde mi voz no fue silenciada."
El Ego Consciente-Social asintió, su holograma proyectando ahora una serie de imágenes conceptuales de engranajes y mapas mentales, mostrando la complejidad de las historias internas.
"Piensa en un trauma. La narrativa dominante es a menudo 'soy una víctima de lo que me pasó'. Pero la terapia narrativa busca los 'resultados extraordinarios': los actos de resiliencia, la fuerza que emergió, la capacidad de supervivencia que se manifestó a pesar de la adversidad. Son las grietas por donde se filtra la luz, las pruebas de que la historia no es unidimensional. El lenguaje es nuestra herramienta más potente. No solo describe la realidad, sino que la crea. Al reescribir la historia, al encontrar las palabras para nombrar la experiencia de una manera que honre tanto el dolor como la fortaleza, permitimos que el Self recupere la agencia. No se trata de negar lo ocurrido, sino de darle un nuevo significado, de integrar esos hilos sueltos en un tapiz más completo. El objetivo final es que el Self, nuestro amado Self, sea el verdadero autor de su propia vida, facilitando así nuestra propia integración como Egos. Cuando esto sucede, pasamos de la fisión a la fusión, y la energía vital fluye con autenticidad."
El Ego Inconsciente-Personal se fundió brevemente con la imagen del Ego Consciente-Social, creando un destello armónico que iluminó el plató, un sutil recordatorio visual de la anhelada integración.
"Es una danza, un proceso. Una invitación a no ser una víctima de nuestra historia, sino su creador consciente. Y en esa creación, reside el camino hacia la plenitud."
La Arquitectura de la Realidad
El eco de la última respuesta se desvanecía en la atmósfera del plató, dejando a Carla en un silencio reflexivo. Su mirada se fijó en las figuras holográficas de sus Egos, que ahora flotaban con una quietud expectante. Una sutil lluvia de partículas de luz, una visualización de datos que simbolizaba la interconexión de ideas, comenzó a caer en el plató. Carla sabía que era el momento de desentrañar las raíces de esta filosofía.
"Fascinante. Han descrito cómo la terapia narrativa opera en la superficie de la experiencia, pero ahora debemos adentrarnos en las profundidades de su cimiento. Este enfoque no surgió de la nada; está anclado en un vasto océano de pensamiento filosófico y conceptual que nos invita a cuestionar nuestra propia realidad. Mi siguiente pregunta es: ¿Cuáles son las influencias filosóficas y teóricas clave que sustentan la terapia narrativa, y cómo nos ayudan a comprender la naturaleza del Ego Consciente-Social y el Ego Inconsciente-Personal? En otras palabras, ¿cómo la deconstrucción del lenguaje y la crítica del poder nos permiten ver la lucha interna de otra manera?"
El Ego Consciente-Social tomó la palabra, con una voz que, aunque serena, denotaba la precisión de quien ha estudiado los textos fundacionales. Las pantallas translúcidas detrás de él se llenaron con citas y nombres de pensadores que parecían emerger de un vasto archivo digital.
"Nuestra perspectiva, la de la terapia narrativa, se nutre de una constelación de ideas que desafían el dogma de la verdad única. Uno de los pilares es el construccionismo social, de pensadores como Kenneth Gergen. Esta teoría postula que la realidad, nuestra identidad y el significado, no existen de manera objetiva, sino que se construyen en el lenguaje y la interacción. Yo, el Ego Consciente-Social, soy en gran medida un producto de este proceso. Me he formado a partir de las expectativas, los roles y las etiquetas que la sociedad ha proyectado sobre mí. Soy el eco de lo que otros han dicho que debo ser."
El Ego Inconsciente-Personal complementó la respuesta con un tono más resonante, su forma danzando suavemente al ritmo de las ideas.
"Y yo, por mi parte, soy el residuo de esa construcción social. Yo represento aquello que no encajaba, las verdades que fueron silenciadas para que la historia social pudiera fluir sin fricciones. Es aquí donde el postestructuralismo y la obra de Michel Foucault se vuelven cruciales. Foucault nos enseñó a desconfiar de los 'discursos de poder', de las narrativas que la cultura nos impone para controlarnos. Él criticó cómo las etiquetas diagnósticas, por ejemplo, pueden convertirse en prisiones para la identidad. Si la sociedad me dice que debo ser sumiso para ser amado, y mis deseos auténticos no lo son, yo, el Ego Inconsciente, seré reprimido. La terapia narrativa, con su crítica al modelo médico tradicional, nos libera de esas prisiones y nos invita a cuestionar los relatos que nos han sido impuestos."
El Ego Consciente-Social proyectó un diagrama de flujo en el aire. En un extremo se leía 'Patologización' y en el otro 'Reautoría'.
"También nos influencian la teoría narrativa del psicólogo Jerome Bruner, que nos recuerda que la mente humana organiza la experiencia en relatos, y la visión de Paul Ricoeur, para quien la narrativa es el puente que une el tiempo y el sentido. Pero hay influencias aún más profundas. Aunque de manera muy distinta, la obra de Jacques Lacan también resuena, especialmente en su idea del Sinthome, que podríamos interpretar como un síntoma que estructura un sentido oculto, una verdad no dicha. La terapia narrativa busca esa verdad, pero no en un inconsciente freudiano reprimido, sino en las historias que no han sido contadas."
El Ego Inconsciente-Personal asintió, su forma brillando con una luz más potente.
"Y no podemos olvidar la conexión con el cuerpo. Filósofos como Wilhelm Reich y Alexander Lowen nos enseñaron que el cuerpo no es un mero recipiente. Es un archivo emocional. Los conflictos entre tú y yo, entre la adaptación social y el deseo auténtico, no son solo batallas mentales. Se graban en el cuerpo como tensiones, dolores crónicos y somatizaciones. Cuando el Ego Consciente-Social exige demasiado, el cuerpo responde, y yo, el Ego Inconsciente-Personal, me manifiesto a través de esos síntomas físicos. La terapia narrativa, al entender al cuerpo como un texto simbólico, nos permite descifrar esos mensajes."
El holograma del Ego Consciente-Social se acercó al del Inconsciente-Personal, y por un momento, sus formas se entrelazaron.
"En esencia, nuestra dialéctica es un reflejo de todo este pensamiento. La terapia narrativa nos proporciona el lenguaje y las herramientas para que el Self se convierta en el mediador de este conflicto. En lugar de una fisión que consume energía en la lucha, busca la fusión, una alianza donde la verdad de ambos Egos sea reconocida y el relato de vida se vuelva coherente. Es una invitación a la humildad, a reconocer que no somos una verdad objetiva, sino una historia en constante evolución."
El Self de Carla asintió, sintiendo que la comprensión de su conflicto interno se había vuelto más profunda. Las influencias filosóficas no eran conceptos abstractos, sino las herramientas que le permitirían desmantelar la estructura de su propio sufrimiento. La etapa estaba preparada para el siguiente paso.
El Mapa del Ser Escindido
El plató de RadioTv NeoGénesis se transformó sutilmente. Los patrones de luz holográfica cambiaron para simular un antiguo mapa, con líneas y símbolos que se entrelazaban en un laberinto sin fin. La atmósfera sonora adquirió la cadencia de un explorador que traza su ruta por territorios desconocidos. Carla, la entrevistadora, sintió que el momento de la verdad se acercaba. No bastaba con entender la teoría; era crucial ver cómo se aplicaba en la práctica.
"Hemos trazado los cimientos de este enfoque, pero ahora debemos caminar sobre el terreno. El conocimiento es inútil si no se traduce en acción. Mi siguiente pregunta para ustedes es: ¿Cómo se aplica la terapia narrativa para sanar la fisión narrativa entre el Ego Consciente-Social y el Ego Inconsciente-Personal? ¿Cuáles son las técnicas concretas que utilizan para ayudar al Self a cartografiar esta escisión, a dialogar con los Egos y a comenzar el proceso de reautoría?"
El Ego Inconsciente-Personal, su forma ahora más definida y segura, se adelantó para responder. Su voz, cargada de una emoción que parecía haber sido reprimida durante mucho tiempo, resonó con una sinceridad palpable.
"La sanación comienza con una simple, pero poderosa, técnica: la externalización del problema. Debemos nombrar al síntoma como un personaje, para que el Self pueda verlo, no como parte de sí mismo, sino como una fuerza externa. Por ejemplo, si una persona sufre de dolor cervical, podemos llamarlo ‘La Centinela’, un ser que vigila y controla por un miedo profundo a bajar la guardia. Si es fibromialgia, quizás sea ‘La Tejedora del Dolor’, una entidad que teje un relato de sufrimiento en el cuerpo. Al nombrar al síntoma, se rompe la fusión con la identidad, y el Self puede comenzar a dialogar con él. El miedo ya no soy yo; es ‘El Vigilante’ que me protege de un peligro que ya no existe."
El Ego Consciente-Social intervino, su holograma proyectando un mapa detallado del cuerpo humano, con líneas de tensión y puntos de dolor marcados.
"A partir de ahí, procedemos con la cartografía narrativa. El terapeuta y el Self trabajan juntos, como exploradores, para mapear la influencia del problema en la vida. Se preguntan: ‘¿Cuándo te visitó por primera vez ‘La Centinela’?’, ‘¿En qué momentos toma el control y en cuáles no?’, ‘¿Qué te ha quitado y qué te ha intentado proteger?’. Este proceso es un acto de Entrevista al síntoma, que le da voz al malestar para comprender su función y su historia. De repente, el dolor crónico deja de ser un castigo y se convierte en un mensajero con un relato que contar."
El Ego Inconsciente-Personal asintió, su forma se tornó más vibrante.
"Y en esa conversación, empezamos a buscar las anomalías, lo que llamamos ‘resultados extraordinarios’. Son momentos en la vida donde el Self se expresó libremente, donde el problema no tenía el control. Un recuerdo de una tarde de risas con amigos, un momento de profunda calma en la naturaleza… Esas pequeñas historias, que tú, mi querido Ego Consciente-Social, a menudo minimizas, son las semillas de la reescritura. Son la prueba de que el relato de la enfermedad no es el único posible."
El Ego Consciente-Social se unió a la conversación con un tono de voz que denotaba una nueva humildad, una comprensión del valor de estos momentos.
"Luego viene el paso más crucial, el diálogo entre nosotros. Con la guía del terapeuta, yo, el Ego Consciente-Social, aprendo a escuchar a mi compañero, el Ego Inconsciente-Personal. Ya no lo veo como un saboteador, sino como un guardián de la autenticidad. A través de técnicas como las ‘cartas cruzadas entre Egos’, empezamos a negociar, a reconciliar nuestras narrativas. El Self, en este punto, ya no es una víctima de nosotros dos, sino el mediador y el autor. Es un proceso de reautoría en el que se teje un nuevo relato que honra tanto la necesidad de adaptación al mundo como el deseo de autenticidad. Los documentos terapéuticos —cartas, poemas, rituales— se convierten en testigos tangibles de este nuevo pacto."
Ambos Egos se fundieron en una sola figura holográfica, más brillante y estable, simbolizando la unidad.
"En el fondo, la terapia narrativa es un acto de escucha profunda, una invitación a entender que el cuerpo es el texto simbólico que revela nuestra escisión. A través de este mapa del ser, el Self no busca eliminar la contradicción, sino sostenerla. La meta no es ser perfectos, sino ser coherentes. Y la coherencia, en la terapia narrativa, se mide por la capacidad de nuestro relato de vida para integrar tanto el dolor como la alegría, el deber como el deseo. El indicador de que lo hemos logrado no es la ausencia de conflicto, sino la transformación del conflicto en energía vital, de la fisión en fusión. Y esa es la sanación."
Diálogo con los Fantasmas de la Psicología
La representación cartográfica del Ser de Carla se desvaneció, dando paso a una nueva visualización: un vasto archivo holográfico con estanterías virtuales llenas de libros antiguos y modernos, cada uno con el nombre de una escuela de pensamiento psicológico. La luz del plató se atenuó, evocando la atmósfera de una biblioteca ancestral donde las ideas de siglos de antigüedad aún resonaban. Carla, como la entrevistadora, sabía que el viaje no estaría completo sin entender cómo la terapia narrativa se relaciona con los titanes del pensamiento que la precedieron.
"Hemos recorrido el mapa de nuestra escisión, pero no podemos olvidar que este camino ha sido labrado por muchos otros antes que nosotros. La terapia narrativa no existe en un vacío; dialoga, y a veces polemiza, con otras escuelas psicológicas. Para la última pregunta de este encuentro, quiero que nos expliquen: ¿Cuál es la relación de la terapia narrativa con otras grandes escuelas, como la psicodinámica, la cognitiva o la sistémica? Y, lo más importante, ¿cuál es el aporte único de este enfoque para sanar la fisión entre el Ego Consciente-Social y el Ego Inconsciente-Personal, que ninguna otra escuela aborda de la misma manera?"
El Ego Consciente-Social, con una seriedad renovada, tomó la palabra, y su figura holográfica se acercó a los estantes virtuales.
"Es una pregunta crucial, Self. La terapia narrativa se posiciona en un diálogo constante. Con la psicodinámica, por ejemplo, compartimos una apreciación por la historia de vida del individuo. Ambos buscamos el origen del problema en el pasado, pero con una diferencia fundamental. Mientras la psicodinámica se centra en el inconsciente, los impulsos reprimidos y los conflictos internos, nosotros nos enfocamos en el relato consciente y en cómo ese relato da forma a la realidad actual. Nosotros no buscamos tanto desenterrar un 'verdadero' trauma, como reescribir la historia que se cuenta sobre él."
El Ego Inconsciente-Personal, con un gesto reflexivo, se detuvo frente a un libro digital rotulado como 'Terapia Ericksoniana'.
"Hay un hermoso punto de encuentro con la Terapia Ericksoniana de Milton H. Erickson. Él también utilizaba el lenguaje, las metáforas y las historias de manera estratégica para inducir cambios profundos. Sin embargo, su enfoque solía ser más indirecto y a menudo hipnótico. La terapia narrativa toma esa misma herramienta, el lenguaje, pero lo utiliza de forma colaborativa y transparente. No es un truco, es una conversación abierta que invita al Self a la reautoría consciente. En cuanto a la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), nuestra relación es de clara diferenciación. La TCC se enfoca en corregir pensamientos o comportamientos disfuncionales. Desde nuestra perspectiva, eso es solo tratar el síntoma del problema. Nosotros, en cambio, vamos a la raíz: a la historia de vida que generó ese pensamiento. La TCC puede 'corregir' la cognición, pero nosotros buscamos resignificar la historia que la contiene."
El Ego Consciente-Social proyectó un gráfico comparativo, mostrando la diferencia en el enfoque.
"También nos distanciamos del modelo médico y su énfasis en las etiquetas diagnósticas. Para la terapia narrativa, un diagnóstico no es una verdad objetiva, sino un 'relato dominante' que puede atrapar a una persona en una identidad patológica. En lugar de decir 'tienes depresión', decimos 'la depresión ha invadido tu vida'. Esta distinción es lo que nos permite externalizar el problema y liberar al Self de la prisión de su diagnóstico. Nuestra voz se alinea con la Psicología Humanista de Carl Rogers, en el sentido de que confiamos en la capacidad del individuo para encontrar sus propias soluciones, y con la Terapia Sistémica, en tanto que reconocemos la influencia del entorno relacional, aunque nuestra práctica se centre en la voz narrativa individual dentro de ese sistema."
El Ego Inconsciente-Personal, su forma holográfica brillando con una luz dorada, se acercó al centro del plató.
"Y aquí está nuestro aporte único, Self. Yo, el Ego Inconsciente-Personal, no soy un impulso que debe ser controlado, como podría decir el psicoanálisis, ni un conjunto de pensamientos disfuncionales que deben ser corregidos, como diría el cognitivismo. Yo soy una parte legítima de tu ser, un guardián de tu autenticidad. Nuestro conflicto, la fisión entre el Ego Consciente-Social y yo, no es un error que deba ser eliminado, sino una dinámica que necesita ser reconocida y reconciliada. Ninguna otra escuela de pensamiento, de la misma manera, pone el diálogo entre estas dos fuerzas internas en el centro del proceso terapéutico."
El Ego Consciente-Social, su luz ahora fusionada con la de su compañero, completó la idea.
"La terapia narrativa, en su esencia, es un ritual de integración. Nos da el lenguaje para que el Ego Social y el Ego Inconsciente dejen de luchar por la hegemonía del Self. Nos ofrece el espacio para entender que no tenemos que elegir entre ser adaptados o ser auténticos. Nos ayuda a co-crear un relato en el que ambas verdades conviven. Y en esa convivencia, en esa fusión, el Self recupera su autoridad, y la vida se convierte en una historia coherente y plena. Este es nuestro aporte, nuestro legado y nuestra promesa."
Las figuras holográficas de los Egos se unieron por completo en una sola forma brillante y estable, que por un instante se pareció al propio reflejo de Carla en una superficie de agua, antes de desvanecerse.
La Revelación Contínua como Epílogo
El brillo de los hologramas se desvaneció por completo. En el silencio resultante, solo la figura de Carla permaneció en el centro del plató, ahora bañada por una luz tenue. El viaje había sido intenso y revelador. El diálogo con sus Egos no era un final, sino el inicio de una nueva forma de ser.
"Hemos llegado al final de nuestro encuentro," dijo Carla con una voz ahora llena de una paz palpable. "Y la principal conclusión es que el Self no es un campo de batalla, sino un espacio de diálogo. El Ego Consciente-Social y el Ego Inconsciente-Personal no son enemigos, sino partes legítimas de nuestra historia. La terapia narrativa nos ha proporcionado el mapa para reconciliarlos. Hemos aprendido que la externalización nos permite liberar a la persona de la culpa del síntoma, y que la búsqueda de resultados extraordinarios nos da las semillas para tejer un relato alternativo. La reautoría no es un borrado del pasado, sino una integración de todas nuestras verdades, las que se muestran y las que se ocultan. La sanación, en este paradigma, es la fusión narrativa, un estado de coherencia donde el cuerpo deja de ser un texto de dolor y se convierte en un testigo de paz.
El viaje no termina aquí. La identidad, como hemos visto, es un proceso, una historia que nunca está cerrada, sino en constante reescritura. La terapia narrativa nos entrega la pluma, pero el resto de la historia es nuestra. Los invitamos, a todos los creadores del futuro, a escuchar las voces de sus propios Egos, a ser el mediador entre ellos, y a recordar que en su interior reside la alquimia necesaria para transformar el conflicto en vida. El enigma no es solo uno, sino entrelazado. No se pierdan el próximo capítulo, donde continuaremos explorando las historias que nos hacen humanos."
La música introspectiva volvió a sonar, más armónica que al inicio, mientras la cámara se alejaba lentamente de Carla, capturando su mirada serena y esperanzada.
Serie: El Enigma Entrelazado - Capítulo 28.
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